miércoles, 22 de octubre de 2008
La cuota de secretos compartidos por años de encontronazos incluía el conocimiento de fobias y temores, de admiraciones y rencores, y la necesaria posesión de las claves para la activación más sutil y eficaz de sus resortes sexuales.
La neblina del ayer, Leonardo Padura.
No hago un mini resumen porque he decidido que los libros (como casi todo) es mejor empezarlos sin ideas preconcevidas. Sólo diré que es un impresionante retrato de La Habana y que es increible este escritor cubano.
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