Una libro cuyo autor tuvo que pagarse la publicación del mismo y, por lo tanto, sacar poco ejemplares tiene que ser especial (siempre). Y más si al poco tiempo empiezan a rondar fotocopias de la historia por toda Italia, entonces sí que sí tiene que ser perfecto a la fuerza. Y así es, perfecto.
-Vaya ¿y no la has visto nunca?
-Jamás.
-Que extraña es la vida ¿verdad?
-¿Por qué?
-Bueno, primero no la ves nunca y luego empiezas a toparte con ella todos los días.
-Sí, extraña.
Tres metros sobre el cielo, Federico Moccia.
1 comentario:
debería de haber pena de muerte para las editoriales que ilustran la portada del libro con una foto, especialmente si es la foto de la peli.
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